El año pasado decidimos en GSIA aprovechar las felicitaciones navideñas para dar en ellas voz a los niños y niñas que tan poco dejamos que nos digan en los medios.

En 2015 estrenamos esta idea con las valientes palabras de Malala Yousafzau, Premio Nobel de la Paz en 2014, plasmadas en un crismas nada convencional. Y en 2016 decidimos dar voz a los refugiados, destacando la sensated de Kinan Masalmeh, un niño sirio refugiado que ha sido el protagonista del crismas de este año.

Si estas fiestas sirven para despertar conciencias, bienvenidas sean.